Siguimos con la analogía de ver nuestro espacio interior o conexión interna, como un jardín… el jardín del alma y desde allí iniciamos el camino.
Todos, absolutamente todos, contamos con un jardín interno, que habita allí en un espacio inmaterial, donde están todas las posibilidades y aunque no lo podamos ver o tocar, es tan material como el lugar donde estas sentado o recostado en este momento. Sí… así como lo estas leyendo. Tu jardín, se revela como una película fuera de tí.
¿Que jardín tienes en este momento? ¿Quieres saber?
Adelante… sólo basta con dar una mirada a tu entorno, todo lo que ves, todo lo que sientes, lo que tienes, lo que te pasa, como te relacionas con los demás y como interpretas los acontecimientos de tu vida, es tu jardín.
¿Ya lo observaste? ¿Te gusta tu jardín?
Si te gusta, enhorabuena!!! eres un jardinero dedicado y perseverante. Si no te gusta, puedes transformarlo. La buena noticia es que en tí está el poder de darle la forma que quieras y plantar las semillas que quieras ver prosperar y florecer. Pero como en todo huerto o jardín a cultivar, requieres algunos pasos previos, para que las nuevas semillas se desarrollen y den frutos.
¿estas dispuesto o dispuesta a diseñar y reorganizar tu jardín? ¿me acompañas? ¿te acompaño?
La tarea para hoy es observar como está tu jardín, que es lo que la película te muestra. Espero tus comentarios.
Excelente mensaje.